Año: XVIII
Tipología: Habitacional
Sistema Constructivo: Horizontal log, Troncos horizontales
Especies:Pino y Oyamel
Ubicación: Pátzcuaro, Michoacán, México
19°30'48.7"N 101°36'24.3"W
En el Imperio Tarasco, antes de la llegada de los españoles, los purépechas vivían en habitaciones colectivas y usaban pequeñas marhitas, similares a los cuexcomates, como graneros individuales. Tras el mestizaje, las influencias hispánicas transformaron estas estructuras, dando origen al troje: inicialmente destinado al almacenamiento de maíz, con el tiempo se convirtió en la vivienda tradicional purépecha.
Los trojes actuales, hechos de madera de pino, datan del siglo XVIII, aunque algunos tienen más de 300 años. Su diseño incluye piedras como base, muros de troncos horizontales apilados para aislamiento y techos de tejamanil, un material tradicional. En sus inicios, carecían de ventanas, integradas posteriormente en el siglo XX.
Para los purepechas, la construcción del troje era un acto colectivo y ritual, celebrado por la comunidad. Además, su vínculo con la cocina simbolizaba la unión de pareja en la cosmovisión purépecha, representando al sol y la luna como elementos complementarios.
Técnicas similares se encuentran en el norte de Turquía, descritas por Vitruvio en De Architectura, y en graneros de Finlandia y Europa del Este, lo que sugiere una posible influencia europea. Sin embargo, el troje adquirió un simbolismo único en la cultura purépecha.
Una característica destacada de los trojes era su prefabricación, que permitía su traslado, un concepto vigente hoy en día. Aunque fueron comunes hasta la década de 1950, su uso ha disminuido por la falta de preservación del patrimonio y la adopción de materiales modernos.
El troje purépecha, más que una estructura funcional, es un testimonio del ingenio y la adaptabilidad de una cultura que integró técnicas ancestrales con recursos locales, preservando en su arquitectura la historia y el espíritu de su pueblo.
Texto: Alexander Garduño
Fotos: Alexander Garduño
Ensamble: Guanacaste y Katalox
40x40x30cm
Ensambles y Fotos: Alexander Garduño